Experiencia misionera en Paraguay

Del 3 al 10 de enero de este año, las MSC y los laicos de Paraguay
acompañaron al equipo educativo del Colegio de Nuestra Señora de
Schoenstatt de San Lorenzo, en un viaje cultural a Río Grande del Sur, Canela
y Gramado. La alegría y el respeto fueron elementos presentes durante todo
el día entre profesores, padres y alumnos. Además de ser una peregrinación
cultural, también fue una oportunidad para fortalecer los lazos y cultivar
valores como la fraternidad, la unidad y la convivencia armoniosa. Todo esto
forma parte de una misión educativa que tiene como objetivo al mismo
tiempo ampliar horizontes y tocar los corazones de todos los
participantes.

"Yo soy misión", todo es misión

Del 3 al 10 de enero de 2025, MSCs y Laicos acompañamos al equipo educativo de Nuestra Señora de Schoenstatt - San Lorenzo, Paraguay, en un viaje cultural a Rio Grande do Sul, Canela y Gramado. La ternura y los detalles de Dios son visibles y palpables en estas "tierras benditas". La alegría, el compañerismo y el respeto estuvieron presentes durante todo el día entre los profesores, padres y alumnos.

Fue una experiencia increíble, enriquecedora y muy significativa, tanto cultural como espiritualmente. Acompañando al equipo educativo del Colegio Schoenstatt de San Lorenzo, además de ser una peregrinación cultural, también fue una oportunidad para estrechar lazos y cultivar valores como la fraternidad, la unidad y la convivencia armónica. Todo ello forma parte de una misión educativa que pretende ampliar horizontes y tocar el corazón de todos los participantes.

El sábado 25 de enero de 2025, día en que celebramos la conversión de San Pablo, los Misioneros Cabrinianos y las Hermanas de Paraguay se dedicaron a la misión de visitar a las familias, compartir el amor de Cristo y orar con la gente. Con espíritu de compasión y servicio, escucharon las necesidades de los enfermos, reconociendo en ellos la presencia de Cristo sufriente, que se hizo pobre y vulnerable para enseñarnos a experimentar la misericordia. 

A través de esta mirada de fe, fueron capaces de ver en cada persona necesitada el rostro del propio Cristo. Además, ofrecieron una pequeña ayuda material, con alimentos recolectados entre ellos, como un signo concreto de caridad y solidaridad. 

Fue una experiencia profunda de vivencia de la Palabra, con gestos concretos de cuidado y acogida para con los más vulnerables, porque, como nos enseña el mismo Cristo, "todo lo que hagamos al más pequeño de nuestros hermanos, a Él lo hacemos". La misión de hoy es, por lo tanto, una continua conversión diaria a la que somos llamados, ya que, así como San Pablo se convirtió para anunciar la Buena Nueva con fervor, nosotros también somos invitados a ser portadores de esperanza, fe y caridad, convirtiéndonos en instrumentos de Dios en la ayuda a aquellos que más lo necesitan.

Dejar una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.