El7 del 14 de septiembre de 2024, tuvimos un taller de primera clase con el Padre Wiseman Nkomo, quien compartió su sabiduría sobre la salvaguarda, la dignidad humana y sobre varios tipos de abuso. Señaló que tanto la protección como la dignidad humana son conceptos fundamentales que garantizan el bienestar y el respeto de las personas en la sociedad. También señaló que el maltrato no es amor.

Definió la salvaguarda como las medidas adoptadas para crear un espacio seguro para todos. Esto implica crear entornos seguros, promover el bienestar de los que están en riesgo y responder adecuadamente a cualquier preocupación sobre la seguridad. Desarrolló el tema de la dignidad humana citando el Catecismo de la Iglesia Católica: "defender la dignidad humana significa reconocer que cada persona está hecha y formada a semejanza del Dios vivo" (CIC 1700). Este reconocimiento implica tratar a las personas con compasión, justicia y respeto, independientemente de sus circunstancias o antecedentes.

Nos hizo reflexionar sobre lo que no era el maltrato y después de reflexionar todos compartimos lo que pensábamos que no era el maltrato: "EL MALTRATO NO ES AMOR". Hizo una aclaración más sobre el abuso como maltrato de alguien o algo, a menudo resultando en daño o angustia. El abuso puede adoptar muchas formas, incluido el abuso físico, psicológico, sexual y espiritual. El abuso puede ocurrir en varios contextos, incluyendo dentro de familias, relaciones, lugares de trabajo e instituciones. Es importante reconocer y abordar el abuso, ya que puede tener efectos duraderos en el bienestar y la salud mental de las personas. 

Identificar un caso de malos tratos puede ser difícil porque a menudo se producen a puerta cerrada y pueden adoptar muchas formas. Sin embargo, hay ciertos signos y comportamientos que pueden indicar que alguien está sufriendo malos tratos. He aquí algunos indicadores clave que el padre compartió con nosotros: el maltrato físico, que puede identificarse a través de moratones, cortes, quemaduras o huesos rotos. El abuso emocional/psicológico se identifica a través de la baja autoestima, el aislamiento y la ansiedad o depresión. El abuso sexual puede ser difícil de identificar, pero las víctimas a veces tienden a ser reacias a participar en actividades físicas, especialmente en situaciones que requieren cambiarse de ropa o exámenes físicos. Por último, pero no por ello menos importante, el abuso espiritual puede identificarse a través de expresiones repentinas de vergüenza, depresión y ansiedad relacionadas con prácticas religiosas, trastornos del sueño y miedo intenso.

Comprender y reconocer los signos de abuso es el primer paso para proporcionar ayuda y apoyo. El Padre nos animó a buscar siempre ayuda y a crear un plan seguro para abordar la situación si nosotros o alguien que conocemos sufrimos abusos. Añadió que es crucial buscar ayuda y tener siempre presente que nadie merece sufrir abusos. 

Acabar con los malos tratos es un problema complejo y polifacético que requiere una combinación de acciones personales, sociales y sistémicas. He aquí algunas medidas que pueden adoptarse para contribuir a poner fin a los malos tratos: 1. 1. Reconocer las señales educándonos a nosotros mismos y a los demás sobre los signos de maltrato. 2. Apoyar a las víctimas a través de nuestros oídos atentos, apoyo emocional y aliento hacia las víctimas para que busquen ayuda de profesionales. 3. 3. Denunciar los malos tratos y abogar por el cambio. No debemos quedarnos callados si presenciamos o sospechamos abusos, como la famosa cita del metro de Nueva York: "SI VE ALGO, DIGA ALGO".

Acabar con los malos tratos es una responsabilidad compartida que requiere los esfuerzos concertados de individuos, comunidades y sistemas. Todos debemos trabajar para garantizar la seguridad de cada persona de nuestra comunidad. Todos merecemos estar libres de cualquier forma de abuso o daño.

Gracias a Sor Evarlyne Ndeti por compartir esta noticia

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