Las doce promesas del Sagrado Corazón
- Les daré todas las gracias necesarias para su estado.
- Pondré paz en sus familias.
- Los consolaré en todas sus penas.
- Seré su refugio seguro durante su vida y sobre todo en su muerte.
- Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.
- Los pecadores encontrarán en mi Corazón la fuente y el océano sin fin de la misericordia.
- Las almas tibias se volverán fervientes.
- Las almas fervientes alcanzarán una gran perfección.
- Bendeciré los hogares donde se exponga y honre la imagen de mi Sagrado Corazón.
- Daré a los sacerdotes el don de tocar los corazones más endurecidos.
- Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón, donde nunca se borrará.
- Prometo en el exceso de la misericordia de mi Corazón que mi amor todopoderoso concederá a todos los que comulguen el primer viernes de mes durante nueve meses consecutivos la gracia de la penitencia final.
No morirán en mi desgracia, ni sin recibir los Sacramentos, y mi Corazón será su refugio seguro en esa hora extrema.
"La imagen de los "ríos de agua viva", que brotan del Corazón traspasado de Jesús y brotan también del corazón de los creyentes, forma parte del patrimonio de la historia de la devoción al Sagrado Corazón. Con la apertura del Corazón del Redentor, que latió de amor y sufrió por nosotros hasta el último suspiro, concluye el primer acto de la glorificación del Padre y de Jesús en el misterio de la Pascua, al que seguirá la resurrección gloriosa del Señor y el envío del Espíritu." - Bernard Haring
De "Libérense y pónganse alas"



