Hace treinta años comenzó la aventura de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús en Rusia. Recogimos los testimonios de quienes participaron en los inicios de esta misión como Sor Tatiana con su vocación y entrada en la Congregación....
La Hna. Francesca fue enviada a Francia por la Hna. Maria Barbagallo, entonces Superiora General, para participar en un seminario organizado para dar a conocer la situación religiosa en Rusia. Allí conoció a monseñor Werth, cuyo informe sobre las necesidades de la Iglesia despertó su entusiasmo apostólico. Un año después de que hna. Francesca había llegado a Prokopievsk con sor Pia, sor Tatiana conoció a sor Francesca en 1994, cuando Adela Jarquin, la misionera laica en Rusia, ya estaba allí. Desde ese momento, sin embargo, al menos en la mente de la Hna. Tatiana, sintió que la Hna. Francesca siempre había estado con ellos a través de sus breves visitas y sus esfuerzos por ayudarles con pequeñas cosas. Aunque acogían con agrado la ayuda, la gente seguía considerando a los trabajadores como miembros de las diversas sectas, por lo que su creencia era meramente superficial. La misma Hna. Tatiana estaba muy interesada en una buena vida cristiana, además de todo lo que se refería a las prácticas religiosas, pero no le era indiferente la vida cotidiana de las dos mujeres, cuyos comportamientos eran tan diferentes de los suyos, sobre todo después de saber que también ellas procedían de ambientes diferentes en los que no sólo habían sido activas, sino también responsables de la misión.
Con la ayuda de la Clínica Colón de Milán, ya se había establecido una pequeña clínica en Prokopievsk, en uno de los dos apartamentos donde vivían Sor Francesca y Adela. La Hna. Tatiana conoció entonces a otra Misionera del Sagrado Corazón cuando el Dr. Cotza y la Hna. Berta llegaron trayendo ayuda. Sobre aquellos primeros años de contacto, sor Tatiana dice que le llamó la atención el hecho de que el trabajo consistía en catequesis, preparación para los sacramentos y visitas a los enfermos, pero lo importante era que las hermanas "mantenían siempre el espíritu de la pequeña misión en su sencillez".
Las dificultades en la misión se hicieron cada vez más graves y cada año las hermanas se veían obligadas a salir de Rusia para obtener visados. Cuando el párroco se negó a ayudar, al menos en esto, hna. Francesca tuvo que abandonar Rusia, es decir, también Prokopievsk, por poco tiempo, dejando así la misión y a la gente que se había encariñado tanto con las hermanas. En diciembre de 1998, Sor Tatiana dejó Italia para ir a Rusia con Sor Raphael Sharkey, yendo a la nueva misión de la pequeña ciudad de Novoaltaysk, donde también estaba Sor Francesca. En la comunidad parroquial de Novoaltaysk, bajo la responsabilidad de Hna. Francesca, se continuó con la catequesis y durante los meses de verano hubo escuela de verano, etc.
La misión en Rusia comenzó así el 22 de mayo de 1993. En 2002, la Madre Lina Colombini expresó su deseo de que la misión de Novoaltaysk tuviera también una casa propia. Su deseo se cumplió y en mayo de 2003 comenzó la construcción. La Superiora General, acompañada por Sor Loredana y Sor Tatiana, visitó la misión de Novoaltaysk en julio de 2004, encontrando a Sor Assunta, que había llegado unas semanas antes y había sido destinada por la provincia a la misión. El 18 de julio, el obispo Joseph Werth celebró la misa de inauguración de la nueva casa. Compartimos las alegrías de nuestra estancia en tierra rusa con los hermanos ortodoxos allí presentes.
Los que estaban allí al principio de la misión en Rusia:
Lina Colombini, entonces Superiora General, Giovanna Auguardo, Provincial del Instituto, Maria Barbagallo, Pia Locatelli y Berta Montanelli. Pia Locatelli y sor Berta Montanelli. Los diversos relatos de aquellos años mencionan también a Chiara Vaghi, partidaria de la misión y ayudante de promoción. "Quienes se unierona esta meritoria empresa llegaron a comprender que ¡apoyar a los misioneros hace misioneros!".
